Incursiones europeas (IV): Germain da alas al OM

El héroe de la noche marsellesa
La ida de la 3ª ronda previa de clasificación a la Europa League (que da paso a la fase de grupos) ha mostrado una igualdad fascinante entre la mayoría de los equipos en liza. De los 29 encuentros disputados tan solo cinco se resolvieron por una diferencia mayor a un gol, incluso si hablamos de duelos teóricamente muy desequilibrados como el Everton-Ruzomberok (1-0), el U.Craiova-Milan (0-1) o el Girondins-Videoton (2-1). En el selecto grupo en el que hubieron más emociones traducidas en goles se encuentra el envite del Stade Vélodrome marsellés.

Al sur de Francia suelen recrearse mucho con su fútbol. El Niza vuelve orgulloso a pelear en la máxima competición europea tras más de medio siglo de ausencia. A Cannes siempre le queda el orgullo de haber cobijado a Zinedine Zidane cuando era un imberbe desconocido haciendo sus primeras diabluras. Aunque el grande de veras, quizá el mayor a nivel nacional, sea el Olympique de Marsella (con permiso del Saint Étienne). Anoche, la capital provenzal volvió a vibrar ilusionada con los suyos.

Pronto el Olympique se adelantó cuando Valère Germain comenzó su festival en el minuto 2, desviando ligeramente el centro de Thauvin. Mediado el primer tiempo, las cosas se enfriaron cuando Siani convirtió un penalti (más que extravagante) para el Oostende, igualando el encuentro. Sin embargo la afición del OM reaccionó llevando en volandas a un equipo que encajó bien el golpe. Así, Payet vio el desmarque de Germain, cuyo remate fue rechazado por un Proto que nada pudo hacer ante el posterior gol de Sanson.

Ya en el segundo tiempo Germain siguió golpeando. O mejor, goleando. Otro balón llegado desde la banda, esta vez desde la derecha, permitió al rubio delantero empalar un remate bajo que colocó el 3-1 en el marcador. Parecía que se abría la veda para una goleada, toda vez que el cuadro local presionaba arriba a un rival que no temía salir jugando. El riesgo acabaría pasando factura a uno de los dos. El premio fue para el Oostende, que hilvanó una bella y rápida jugada que acabó con una vaselina de Musona imparable para Mandanda. Con más de 20 minutos por disputarse aún podía pasar de todo.

Empero, era la noche de Germain, empeñado en agradar a su hinchada en el primer duelo oficial que disputaba ante ellos. Y vaya si lo logró. Participé en los tres goles de su equipo, su hambre le permitió lograr el definitivo 4-2 cuando aprovechó un gran pase de Payet para lograr su hattrick cruzando por abajo el esférico, culminando así una actuación de ensueño que seguramente le tenga ya entre los favoritos de la afición marsellesa.


Por último, cabe destacar que Rudi García sigue moldeando un cuadro muy divertido, en el que aún deben acabar de ensamblarse las nuevas piezas, pero que indudablemente tiene que mejorar todavía sus registros defensivos si quiere superar las cotas alcanzadas la pasada temporada. Este curso, con un Mónaco por ahora desmantelado, un PSG tan fuerte como siempre, un OL de nuevo poderoso en lo económico y un Lille pujando con la llegada de Bielsa (más algún outsider que se sumará más adelante) no puede permitirse el OM no pelear en lo más alto de la Ligue 1.

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