Gloria Fantasma


Dentro de la gran cantidad de campeones estaduales que llegan en estas fechas en Brasil, justo antes del inicio de la Serie A, siempre hay historias apasionantes que contar. En el Campeonato Carioca por fin rompió Vasco da Gama más de una década sin reinar en Río, derrotando a un Botafogo que puede darse por satisfecho dada su tesitura actual. Internacional superó a Grêmio en el Gaucho mientras Atlético Mineiro, que había apeado a Cruzeiro en semifinales, acabó con el sueño del Caldense de ganar el Mineiro en plena resurrección de Jô Alves. Por su parte Santos vencía en los penaltis a Palmeiras para campeonar en São Paulo. Todo ello cabía dentro de lo esperable.

Pero siempre queda algún resquicio para la sorpresa, para que una sufrida afición que rara vez festeja algo tenga un momento por el que enorgullecerse, para que la espera durante décadas haya valido la pena y pueda recordarse su gesta en la noche de los tiempos. Para ubicarnos tenemos que ir al sur de Brasil, donde se disputa un campeonato Paranaense tradicionalmente dominado por los dos grandes clubes de la zona: Coritiba (37 títulos) y Atlético (22), ganadores entre ambos de 14 de las últimas 16 ediciones. Muy lejos queda la época en que Ferroviário de Curitiba (a mediados del siglo pasado),  Britânia (años 20) o Paraná (años 90 y herederos del Britânia entre otros) suponían duros rivales para los dos colosos.

En un contexto así es difícil competir contra clubes que los últimos 5 años han tenido éxitos tales como jugar finales de Copa do Brasil y jugar competiciones continentales (Atlético por ejemplo disputó la Libertadores en 2014). Pero aún más complicado es superar el peso de una historia repleta de derrotas que jamás ha conocido la alegría. Hasta ayer para gran parte del mundo e incluso de Brasil el Operário Ferroviário Esporte Clube de Ponta Grossa era un completo desconocido, aunque esta etiqueta es injusta para una institución que ya jugó en la máxima categoría en los locos años 70 y estuvo muy cerca de regresar a principios de los 90.

Sin embargo pese a tener más de un siglo de antigüedad y ser el segundo club más longevo del estado el Fantasma nunca había reinado en Paraná. Hasta catorce veces habían disputado la final sin premio, algo que tampoco habían conseguido los otros tres clubes de la ciudad de Ponta Grossa, los ya extintos Guaraní, Nova Rússia y Olinda. Todos ellos cayeron siempre ante Coritiba, que precisamente sería el rival de Operário en la ronda definitiva. El 2-0 del encuentro de ida disparó las ilusiones por algo por lo que habían esperado durante tantísimo tiempo. Lo que sucedió en el Couto Pereira mejor véanlo con sus propios ojos.


Las siguientes palabras corresponden a un hincha del nuevo campeón que dejó en la web del club este relato en las últimas horas. Creo que no necesitan traducción:

"Estava no Couto hoje à tarde. Chorei de alegria. Me abracei com amigos de Ponta Grossa. Dedico este título ao meu pai, Nelso Stinghen, já falecido, que foi torcedor do Fantasma e me levou ao estádio quando pequeno na década de 70 em arquibancadas de madeira. Ele me ensinou humildade, que foi o que deu o título ao Operário. Parabéns às lições de humildade dos jogadores, do técnico, dos dirigentes e especialmente desta maravilhosa torcida, de novos entusiastas e de velhos torcedores, que tiveram hoje seu dia de alegria. Posso dizer com 53 anos que não me importo se o Operário não ganhar mais títulos nos próximos 50 anos, mas se continuar nesta toada vamos à libertadores!!!!!!!!"

Familia, amor, alegría, fidelidad, sentido de pertenencia. Lazos fundamentales que vertebran a nuestro amado deporte. Parabéns a Operário y a su torcida.

1 comentario:

jose fracisco merino rojas dijo...

hola soy jose francisco merino rojas y pues soy muy fanatico al futbol y pues lo practico es muy bonito que suban cosas muy bnitas del futbol xq yo aprendo mas