Jair & Jairzinho

Jairzinho, con la zamarra de Botafogo
Recuerdo hace muchísimos años cuando siendo un chaval las primeras revistas de fútbol llegaban a mis manos y de vez en cuando enganchaba algún partido histórico en la tele. Eran tiempos de un disfrute muy inocente por mi gran desconocimiento del fútbol en general, tan auténtico que sé que esas sensaciones no las volveré a vivir jamás. Pero a veces me gusta ojear de nuevo alguno de aquellos fragmentos o buscar los videos por internet, redescubrir por primera vez la trayectoria de Puskás o el porte de mi admirado Breitner. Pero recuerdo con especial cariño una anécdota que hasta que entré en la adolescencia no lograba resolver, y es la de los dos futbolistas que dan nombre a esta entrada.

Veía al Brasil de 1970 jugar como los ángeles como Gerson, Tostao, Rivelino, Pelé y un tal Jairzinho que no había partido que no marcase gol. Pero a su vez en alguna colección del diario AS sobre la historia del Madrid había visto antes a un Jair, un atacante del Inter glorioso de los años 60. En mi lógica infantil no me fue difícil relacionarlos para concluir que eran el mismo.

‘Jair’
Como ya supondréis a estas alturas, yo estaba equivocado pues no era el mismo tipo si no dos distintos. Comenzando por el más veterano, Jair da Costa (Santo André, 1940) o simplemente Jair, era un extremo diestro brasileño formado en la Portuguesa, del que daría el salto al Inter de Milán a principios de los 60, curiosamente algún tiempo después de que emisarios milanistas rechazasen su fichaje.

Jair permaneció durante una década en el Inter entre 1962 y 1972 con la salvedad de una campaña entre medias en la Roma. Partiendo siempre desde la derecha, sus peligrosas internadas y sus goles fueron vitales en el mejor periodo histórico del club nerazzurro, siendo contemporáneo de los Facchetti, Luis Suárez, Corso, Mazzola o Peiró, todos ellos dirigidos por Il Mago Helenio Herrera. Tras varias trabas burocráticas que retrasaron su debut, éste se produjo en cancha del Genoa en la 8ª jornada de la Serie A 62-63. Apenas hizo su aparición necesitó escasos minutos para anotar su primer gol con la Bienamada, que iniciaría una remontada tras el mal inicio liguero que los llevaría hasta el Scudetto.

En Copa de Europa también dejó su sello con los pocos pero vitales goles que firmó en sus 5 participaciones en la máxima competición continental. En el choque de vuelta de primera ronda ante el Everton un solitario tanto suyo les dio la eliminatoria. Una serie de grandes actuaciones suyas en las que siguió aportando en todos los aspectos ofensivos le valió al Inter su primera Copa de Europa en mayo de 1964 ante el Real Madrid. Un año después, un afortunado gol suyo les proclamaba bicampeones europeos ante el Benfica.

En sus 9 temporadas como interista logró 4 veces el Scudetto así como 2 Copas de Europa y otras tantas Intercontinentales (ambas ante Independiente) antes de regresar a su país en 1972, jugando un par de años en el Santos de Pelé para luego marcharse al Windsor Stars canadiense en busca del retiro dorado. Y si ser coetáneo de aquellos compañeros en el Inter le ayudó a fraguar una gran carrera en el Viejo Continente, no podría decir lo mismo de serlo también de Garrincha, que ocupaba su mismo puesto y era indiscutible en la selección brasileña. Aún así Jair acudió al Mundial de Chile en 1962, jugando un partido en aquel torneo, siendo ésta la única vez que se enfundaría la verdeamarelha.

‘Jairzinho’
Jair Ventura Filho (Río de Janeiro, 1944), más conocido como Jairzinho, es una leyenda tanto en Botafogo como en la selección brasileña. Si bien con ésta última nunca alcanzó un estatus como el que han tenido los Zizinho, Pelé, Garrincha, Zico, Sócrates o Ronaldo, si cabe destacar que su figura fue muy importante en la consecución de la Copa del Mundo de 1970. En ella fue donde le vi jugar por primera vez, vistiendo esa sencilla pero preciosa camiseta amarilla y rodeado de genios con el único fin de finalizar la obra de arte colectiva que sus compañeros engendraban.

Tan bien hizo su labor que es hasta ahora el único jugador en la historia que ha anotado goles en todos los partidos de un mismo Mundial, aunque aquella bestia de las áreas llamada ‘Torpedo’ Müller fue el que se alzó como máximo anotador del campeonato. Checoslovaquia –por partida doble-, Inglaterra, Rumanía, Perú, Uruguay e Italia sufrieron su acierto, cayendo irremisiblemente una a una ante una seleçao mágica.

Presente también en las ediciones de 1966 y 1974, donde no destacó tanto como en México, si que fue ídolo absoluto en Botafogo. Tanto es así que el club le erigió una estatua al lado de la de Garrincha, con el que compartió vestuario además de con los Gérson, Amarildo o Nilton Santos en la que se conoce como época de oro del Fogão. Tras ganarlo todo con el alvinegro comenzó un periplo en 1973 que lo llevaría a pasar por varios clubes nacionales y extranjeros durante casi una década e incluso formando parte importante del Cruzeiro campeón de la Copa Libertadores en 1976, la primera que logró la Raposa.

El siguiente video, de escasa calidad, es el único que he podido encontrar que recopila todos sus goles en la Copa Mundial de 1970, alguno de ellos como el logrado ante Perú de una calidad técnica exquisita. Disfrutadlo:

1 comentario:

Anónimo dijo...

Jairzinho uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos.